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NUESTRO MANIFIESTO

10 puntos sobre el problema de los alquileres temporales

Puntos claves para entender por qué los alquileres temporales son un problema de Derechos Humanos

1.- El crecimiento de los alquileres temporarios en todo el mundo acelera la crisis de la vivienda en el siglo XXI.
Su expansión geográfica, que se verifica en las más diversas ciudades, y cuantitativa, que se visualiza en el volumen de ofertas de vivienda y de dinero gestionado a través de plataformas, se da en un contexto de desregulación generalizado, donde la incapacidad o dificultad de los gobiernos para diseñar e implementar normativa adecuada redunda en la vulneración del derecho a una vivienda adecuada para crecientes partes de la población.
De acuerdo a estimaciones de ONU Hábitat, hacia 2030, cuando se cumpla el horizonte de implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, más de 1.500 millones de hogares urbanos carecerán de una vivienda decente y otros 1.000 millones necesitarán vivienda nueva. Las dificultades de acceder a una vivienda adecuada atraviesan desde las personas viviendo en situación de calle, en asentamientos informales y otras formas de tenencia precaria, hasta sectores de ingresos medios con salarios hoy insuficientes para afrontar el costo de una vivienda en las centralidades, que muchas veces se endeudan para pagar el alquiler o se encuentran obligadas a mudarse a las periferias.
Aunque tradicionalmente los alquileres temporarios se asocian a las residencias turísticas, su masificación involucra sectores de ingresos medios y altos y “nuevas ciudadanías” como los “nómadas digitales”, un grupo que combina la movilidad del turismo con el trabajo remoto y, en muchos casos, desplazados económicos de sus países de origen. También convocan a personas “pendulares”: turistas, trabajadores, estudiantes y migrantes que residen en las ciudades desde unas noches hasta varios meses meses y contribuyen a difuminar las categorías tradicionales entre quienes usan las ciudades.
Esto sucede tanto en grandes ciudades como en pequeños aglomerados urbanos del Norte y Sur Global que se airbnberizan. Diversos promotores inmobiliarios compran edificios enteros para ofrecerlos en alquiler por plataformas transformandolos en hoteles ilegales.
Estamos frente a una producción de renta con el capital acumulado, principalmente del narcotráfico, por abajo y por arriba. Una porción muy importante del mercado de vivienda en los barrios populares es de alquiler y se gestionan a partir de la lógica de la rentabilidad financiera del espacio.
Estas unidades pueden quedar vacías o subutilizadas, colaborando con una ciudad “hueca” donde se amplían los déficits habitacionales en la medida en que disminuye la oferta de inmuebles. Esto se agrava al considerar que aquellos que están bajo el régimen temporario son principalmente unidades con mayor número de habitaciones, ocupando una tipología que hoy es la que alberga la residencia de las familias.
En las unidades ofertadas como alquileres temporarios son quienes alquilan los que pagan individualmente, como personas físicas, dispersando las formas de control, pudiendo generar evasión fiscal sobre impuestos que son diferentes a los de los cobrados a las empresas o la industria hotelera.
En esta región, muchas familias adquieren inmuebles para alquilar como una estrategia de ampliación de ingresos, como una opción en contextos donde los pensionados no cuentan con la seguridad social brindada por los Estados de Bienestar. Si antes destinaban estos inmuebles para alquiler permanente, cada vez más los disponen para alquiler temporario.
Mientras que los hoteles y otras formas reguladas de hospedaje temporal se concentran en zonas destinadas a usos turísticos y comerciales, las ofertas de alquileres temporarios se espacializan de forma dispersa en toda la ciudad, desconociendo las normas establecidas en los códigos y planes urbanos y de ordenamiento territorial. Este uso del suelo y la vivienda genera incompatibilidades con quienes usan la ciudad como lugar de vida.
Para lograr algún tipo de éxito, las ciudades han tenido que sancionar a las plataformas y acompañar sus esfuerzos con políticas para aumentar el parque público de vivienda, reglamentar los alquileres y controlar los precios de los mismos. Algunas, como Barcelona, han incluso establecido vetar totalmente estos alquileres al darse cuenta que no hay mediación posible entre ellos y el derecho a una vivienda adecuada.

Lecturas críticas

Documentos de análisis para sumar al debate común y agitar las ideas para la acción.

Mapeo de Alternativas

El Observatorio Global de Alquileres Temporales invita a participar en la creación de un mapa colaborativo de organizaciones, movimientos, centros de investigación y otros colectivos que están construyendo estrategias para frenar los impactos de los alquileres temporarios/turísticos/de plataformas en la vida urbana.

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